La crisis de la zona del euro y de su deuda, ya podría haber empujado ala economía de la moneda única hacia la recesión, de acuerdo con los estudios publicados por varios analistas.
El índice de gerentes de compra del lunes sólo sirvió para subrayar por qué los líderes europeos se esfuerzan por identificar las medidas sustanciales y duraderas para contener una crisis de deuda soberana que cada día afecta más a la economía real. Este índice se desplomó llegado a sus niveles más bajos desde la durísima crisis del 2009.
La cumbre de la Unión Europea de este fin de semana mostró algunos progresos. El principal avance, la recapitalización forzosa de los bancos europeos. Pese a todo puede que medidas lleguen demasiado tarde para evitar la segunda recesión en cuatro años.
El indice compuesto Markit, que mide la actividad empresarial de miles de pequeños fabricantes y empresas del sector de servicios, se hundió hasta los 47,2 puntos este mes desde 49,1 puntos anteriores (por debajo de 50 puntos la economía se encuentra en recesión).
En conjunto, existen varios indicadores que nos indican que la UE podría estár cayendo en recesión otra vez.
Europa parece estar viviendo varias crisis a la vez una crisis económica, una crisis de confianza y una crisis de liderazgo.
Los líderes europeos se reunirán nuevamente el miércoles para dar cuerpo a las propuestas para combatir la crisis, que surgió en Grecia hace ya dos años y que puede poner en peligro la solvencia de economías tan grandes como Italia y España, si no se toman ya cartas en el asunto.
Pero hay grandes diferencias sobre cómo debe hacerse. El presidente francés, Nicolas Sarkozy, dio marcha atrás frente a la implacable oposición alemana a su deseo de utilizar los fondos ilimitados del Banco Central Europeo para combatir la crisis.
A todo ello hay que sumarle la ristra de pésimos datos que día tras día publican los institutos de la eurozona.
Es preocupante que la actividad del sector servicios de Francia se contragera en octubre por primera vez en más de dos años. El PMI de servicios cayó más de 5 puntos a 46,0 desde 51,5 en septiembre.
La semana pasada, Moody dijo que podría imponer una perspectiva negativa en la codiciada calificación crediticia de Aaa que ostenta Francia si un crecimiento más lento de lo adecuando se extiende demasiado en el tiempo - una rebaja que el gobierno se ha comprometido a evitar-. Pero que parece que Sarkozy no podrá mantener ya que las elecciones del próximo 2012 se antojan demasiado próximas como para poder acometer el duro plan de ajuste necesario para mantener esta nota.
Sin esta triple a el castillo de naipes de la UE se podría derrumbar ya que todo el peso de los rescates recaería solamente sobre Berlín, donde ya existe una fuerte oposición a los planteamientos europeistas de la Canciller. Asi pues parece que la UE en su conjunto se encuentra en una situación más que delicada donde la austeridad, la pericia política y la responsabilidad histórica deben primar sobre los intereses electoralista.

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