Después de unos meses de gran apreciación del franco suizo y de varias intervenciones, el Banco Nacional de Suiza ha decido poner fin a la espiral alcista de su divisa y poner un precio mínimo de 1,2 francos suizos por euro negociado.
Mientras Europa y Estados Unidos pasan por momentos de incertidumbre, dudas y desconfianza los inversores deciden posicionarse en activos reserva, ya sea el franco suizo, el yen o el oro. Pero si la temporada de incertidumbre dura un periodo más o menos largo los valores refugio se aprecian hasta cotas peligrosas para el valor. Si hablamos de divisas, el país puede sufrir problemas económicos como deflación o disminución de las exportaciones.
Ante una situación así el banco central de la economía afectada tiene que intervenir para depreciar la moneda ya que esta se encuentra en un valor muy por encima del deseado por la institución. Este ha sido el caso del franco suizo. A principios de año el cruce euro-franco suizo estaba en 1,246 y a mediados de agosto se llego a la paridad de 1€ = 1FR.
El Banco Nacional de Suiza (BNS) intentó frenar esta apreciación a través de varías intervenciones durante el transcurso del verano. A mediados de agosto hizo una intervención que llevo al euro a cambiarse por 1,18 francos suizos, pero a finales de mes volvió la tendencia alcista hasta situar el cambio a 1,1.
Finalmente, Suiza decidió el 6 de septiembre fijar un cambio mínimo de 1,2 francos suizos por euro, provocando así la depreciación de su moneda. Phipipp Hildebrand, presidente del BNS, ha afirmado que, aunque esta medida tendrá grandes costes para el país, no piensa tolerar un cambio inferior y comprará divisa extranjera en cantidad ilimitada para mantener este límite.
Y aunque se sigue considerando al franco suizo una moneda sobrevalorada, esta decisión ha sido respaldada por los empresarios del país, los cuales, tendrán más beneficios al realizar exportaciones y una mayor estabilidad a la hora de realizar operaciones en el extrajero.

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