Desde principios de 2010 hemos sido testigos de la crisis de la deuda soberana europea. En ese año Grecia e Irlanda solicitaron rescate financiero, y en 2011, todo apunta a que Portugal será el próximo. Los problemas en Grecia y Portugal son el resultado del exceso de déficits fiscales y deuda pública, y en el caso de Irlanda, el gobierno necesitó rescatar su sistema financiero. Estos acontecimientos dieron lugar a la devaluación del euro, especialmente frente a las monedas de los países productores de materias primas (Australia, Brasil, Canadá ...).
Pero ¿serán estos países los únicos responsables de los problemas de la moneda única? Con seguridad, no. El Banco Central Europeo, y en particular su mecanismo de funcionamiento, es, en buena parte, el origen de estos recientes acontecimientos.
Por ejemplo, estados como Ecuador, Panamá y El Salvador, con economías “dolarizadas” y sin tener una unión fiscal con los Estados Unidos, no afectan el valor de la moneda estadounidense. Y, en el caso de quiebra de alguno de estos estados, ningún inversor recordará asociar esto con el valor de la moneda norteamericana. Justo lo contrario que ocurre en el caso del euro (las quiebras de Grecia e Irlanda, con entre el 1 y el 2% del PIB la Unión Monetaria Europea, afectaron, y de qué manera, al valor de la divisa única).
Esta tendencia se debe a dos aspectos importantes en el mecanismo de funcionamiento del BCE: (1) en la financiación de un banco comercial, el BCE acepta descontar bonos emitidos por cualquier estado de la unión monetaria económica a la misma tasa de interés, (2), el BCE compra bonos emitidos por estados de solvencia, cuanto menos, dudosa.
Sobre el primer punto: Si un banco comercial aceptase descontar una letra a la misma tasa de interés, ya sea una empresa con un sólido balance u otra que esté cerca de la bancarrota, pensaríamos que el futuro de este banco no es muy brillante, porque no otorga crédito teniendo en cuenta el riesgo asociado a cada deudor. El BCE sí lo hace.
El segundo punto adolece de los mismos peligros que el anterior. Supongamos que un inversor compra acciones de una sociedad en riesgo de quiebra. ¿Qué probabilidad existiría de venderlos en el futuro en caso de bancarrota? ¿Habría alguien dispuesto a comprar sus acciones? Pues esto es lo que ha hecho el BCE en las últimas semanas con el fin de "aliviar” la presión de los mercados sobre Grecia, Irlanda y Portugal.
Por lo tanto, sería conveniente seguir de cerca las decisiones del Banco Central Europeo cuando se quiere identificar las razones de los problemas experimentados por la moneda europea. De lo contrario, los árboles no nos dejarán ver el bosque.
Sugerencias:
- Para hacer trading con el cruce formado por el euro y el dólar en la plataforma de Activotrade, usar el ticker (EURUSD)
Descargar aquíla plataforma de Activotrade para operar.
www.activotrade.com