Desde el pasado 15 de agosto, hemos sido testigos de una considerable apreciación del oro. Esta evolución ha ofrecido una rentabilidad del 16,0% en francos suizos, un retorno del 9,5% en euros y del 4,1% en dólares. Con cada semana que pasa, el oro establece un nuevo máximo histórico. Este movimiento ha llevado a muchos "opinion makers" de los principales medios de comunicación internacionales (CNBC, Bloomberg, Expansión ...) a tildar este movimiento del oro de burbuja especulativa.
En mi opinión, esto no es una burbuja y existe aun un gran potencial de subida. Esta opinión está respaldada en los siguientes puntos: (1) los estados están depreciando deliberadamente sus monedas con el fin de aumentar la competitividad externa y reducir la deuda pública a través de la inflación; (2) el sistema bancario occidental puede implosionar en cualquier momento, (3) el precio del oro está muy por debajo de su máximo histórico.
Políticos y funcionarios de los países occidentales están desesperados con las altas tasas de desempleo. Con el fin de aumentar la competitividad de sus exportaciones, los países están devaluando sus monedas de una forma deliberada. Por lo tanto, estamos siendo testigos de una guerra de divisas.
El caso más paradigmático ocurrió el pasado 7 de septiembre: el Banco Central Suizo decidió depreciar su moneda en un 8%, desde 0,91 euros por franco suizo a 0,83 euros, aproximadamente, por franco suizo. Es decir, el Banco Central, en cuestión de minutos, había confiscado parte de los depósitos en francos suizos! Ahora, y cada vez más, los inversores se tienen miedo y el oro es su único refugio ya que es un activo que no puede ser creado del aire. Por otro lado, la devaluación de la moneda tiene consecuencias inflacionistas, porque hay más oferta de dinero, lo que significa pérdidas para los ahorradores y prestamistas en favor de los deudores. Como los Estados son los principales deudores, como resultado de una ineficiente política de desarrollo del estado del bienestar, mantienen la presión por mantener la impresora encendida y continuar con esta política de destrucción de capital.
El sistema bancario occidental se enfrenta a problemas graves, como consecuencia de las dificultades financieras a las que se enfrentan sus estados. En los últimos años, los grandes bancos alemanes, franceses y británicos han comprado la deuda soberana de estados insolventes, como Grecia, Portugal, Irlanda,e Italia. Por lo tanto, sus balances están llenos de activos “basura” que amenazan la solvencia de dichas instituciones. Los depositantes están preocupados por sus depósitos, y por lo tanto, el oro físico proporciona una mayor seguridad contra el riesgo de una eventual "corralito”
Cuando el sistema de Bretton Woods terminó en 1972, el precio del oro subió de 35 dólares por onza a 850 por onza a finales de enero de 1980. Este máximo corregido de la tasa de inflación de los EE.UU. hasta finales de agosto de 2011, significaría 2.482 dólares por onza. Sin embargo, si analizamos la oferta de dinero creado por la Reserva Federal, a través del agregado monetario M2, es posible verificar que ha pasado de 1 597 mil millones de dólares en 1981 a 9570 mil millones de dólares, es decir se ha multiplicado por 6 . Si el precio del oro hubiera seguido la evolución de la M2 su precio sería de unos 5 000 dólares por onza. En conclusión, llamar a la situación actual del oro burbuja es algo excesivo, pues al parecer todos los fundamentales confirman que la subida del precio del oro no es un espejismo.

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