La apreciación del yen, una moneda considerada divisa refugio, ha obligado al Banco de Japón (BOJ) a intervenir en dos ocasiones para intentar devaluar la moneda.
Desde inicios del 2011 el yen ha ganado un 6,88% de su valor respecto al dólar y un 0,93% en este último mes de agosto. Las razones de esta apreciación son varías:
Primero, las dudas y la falta de confianza que han sufrido las economías de Estados Unidos y de la zona Euro han llevado a los inversores a comprar activos refugio como el yen, el franco suizo o el oro.
Segundo, los inversores saben que la economía japonesa depende en gran medida de las exportaciones y la existencia de estas provoca que siempre haya interesados en comprar yenes para repatriar fondos.
Por otro lado, los datos económicos que han acompañado al yen durante este mes de agosto no han sido precisamente buenos: se prevé que el PIB de Japón crezca en un 0,5% durante este ejercicio fiscal mientras que la estimación inicial era de un 1,5%. Por otro lado, la agencia de calificación Moody’s rebajó la calificación de la deuda nipona de un “Aa2” a un “Aa3” debido al déficit presupuestario y a los efectos del terremoto. Pero estas cifras solo han conseguido frenar levemente esta apreciación.
Este aumento de valor de la moneda afecta negativamente a la economía y es que provoca una disminución de la competitividad y reduce los beneficios de las empresas exportadoras una vez repatrían estos fondos. De este modo, se realizaron dos intervenciones en la economía del sol naciente para frenar la escalada del yen.
La primera intervención realizada por el BOJ fue a mediados de marzo, pocos días después del terremoto. El desastre natural provocó una apreciación de la moneda que no podía ser frenada sin la ayuda del BOJ y del G-7. Estos consiguieron que el yen perdiese terreno frente al dólar, un 7,72% en menos de un mes.
Pero una vez pasado el efecto de la intervención, la moneda volvió a apreciarse hasta llegar a máximos históricos respecto el billete verde. El 4 de agosto el BOJ hizo su segunda intervención consiguiendo una depreciación del 2,31%. Pero el día 9 de agosto el yen volvía a los valores previos a la intervención.
El nuevo primer ministro Nova ha avisado que está dispuesto a intervenir una tercera vez para depreciar su divisa, mientras tanto, el Gobierno japonés ha creado un fondo anual de 100.000 millones de dólares para ayudar a empresas nacionales a realizar exportaciones, ha creado incentivos para que no se traslade la producción al extranjero y ha incitado a las empresas del país a vender yenes, todo ello para intentar devaluar el yen a toda costa.

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