Tras un largo y duro proceso en el que el FROB se vií obligado a tomar el control de la fusión de cajas catalanas, el Banco de España ha adjudicado Unnim al BBVA, tras hacer una mejor oferta que sus competidores, entre ellos la aragonesa Ibercaja y, su eterno rival, el Banco de Santander.
El BBVA se ha adjudicado la entidad catalana por el precio simbólico de un euro, pero detrás hay mucho más. El BBVA ha logrado que el fondo de garantía de depósito se haga cargo del 80% de unas pérdidas netas potenciales de unos 1.330 millones de euros. Pero, pese a todo, el BBVA deberá desembolsar unos 226 millones de euros, en el caso de que todas las pérdidas se materializaran.
Con esta compra, BBVA logra convertirse en el banco con mayores activos en España. BBVA, a fecha 31 de diciembre, contaba con 309.912 millones de euros, frente a los 337.831 de la entidad presidida por Emilio Botín. Unnim, le permite añadir 29.373, con lo que logrará totalizar 339.285 millones de euros, superando por fin al Banco de Santander. Adicionalmente, le permite ganar cuota de mercado en uno de los lugares donde el banco tenía menos presencia, Cataluña. Así, el banco vasco logrará duplicar su cuota de mercado llegando a 16,6% en préstamos y un 12,1% en depósitos.
Pero el equipo directivo no lo tendrá fácil para justificarles a sus accionistas, sobre todo a los internacionales, la adquisición de este activo. En el contexto actual, a ojos de los inversores internacionales hubiera tenido más sentido la compra de activos en mercados emergentes y no la compra de un activo ubicado que se encuentra en un mercado en recesión y con una fuerte exposición al mercado inmobiliario. Más que una compra que responda a los intereses estratégicos de BBVA, parece respaldar a la entrada del nuevo gobierno español.
A pesar de las dificultades de la integración y los riesgos que conlleva, el banco ya se ha puesto manos a la obra para justificar la compra de Unnim, mediante ahorro de costes, sinergias y la mejora de márgenes de beneficios. Se espera que la nueva división aporte 100 millones de euros a los beneficios de la entidad en 2014.
Pese a los recortes que el banco impondrá en su nueva filial, el BBVA se compromete a mantener una de las señas de identidad de la entidad catalana, la obra social. El banco también estudia mantener la marca Unnim para la banca minorista en Cataluña.
Va a ser difícil que el precio de la acción no se resienta a corto plazo y más cuando el banco está tomando posiciones en una entidad con presencia únicamente en un país en crisis y con unos balances muy expuestos a un sector en caída libre y sin visos de mejorar. Los inversores institucionales e internacionales, con toda seguridad, van a ver en esta compra un riesgo más para la entidad Vasca.
Así pues, para los pequeños inversores puede no ser el mejor momento para entrar en este valor. Habrá que esperar a que los precios del banco se ajusten a la baja y coticen la adquisición de Unnim para poder buscar oportunidades de compra a medio y largo plazo.
