Las sesiones de negociación del del 28 de mayo al 24 de junio en el Ibex vivieron una fuerte presión bajista: los osos tardaron en despertar, pero cuando lo hicieron los toros no tuvieron más remedio que retroceder más del 11%. ¿Puede haber cambiado esta tendencia en el selectivo español con el rebote del miércoles? La rotura de los 7710 puntos el pasado día 21 fue dolorosa, pero el rebote del miércoles y su justificación el jueves han traído relativa calma al mercado, siempre con un ojo pegado al comportamiento del parquet norteamericano, la sesión del viernes será un trámite al tan esperado fin de semana y el descanso merecido del Ibex.
Pero, ¿qué nos espera para la semana que viene? Existen dos grandes escenarios, y la clave de ambos está en 3 indicadores de indispensable seguimiento: el comportamiento del bono español, el Treasury americano y las presiones bajistas sobre el S&P500: una vuelta a rentabilidades por encima del 5% en el bono español tendrían efectos inmediatos sobre el selectivo español, mientras que un mal comportamiento de los índices norteamericanos podría arrastrar a los 35 de Madrid de nuevo hacia un escenario bajista.
El primer e hipotético escenario es el de un Ibex con fuerza y capaz de mantener el alza durante la última sesión de la semana, en cuyo caso el objetivo y primera resistencia la buscaría en los alrededores de los 7990 y 8000 puntos, objetivo que, de superarse en los 8080, daría impulso al selectivo para intentar batir de nuevo los máximos anuales al medio plazo.

Aun así, existe un segundo posible escenario, más probable ante un mal comportamiento de las obligaciones nacionales y presiones bajistas en los índices norteamericanos: de confirmarse esta hipótesis, el selectivo volvería a ser arrastrado con fuerza hasta los 7500 puntos en el soporte de los últimos 9 meses, lo cual abriría la ventana en el medio plazo a una corrección hasta niveles de los 7300 puntos, soporte clave al encontrarse con el nivel del 50% de retroceso de Fibo des del gran bull-market veraniego de 2012.