Inflación, pánico, correcciones, apreciaciones,… Estos conceptos han caracterizado la cotización del oro negro en los últimos meses. Los mercados tienen el ojo puesto en el petróleo y eso no afecta sólo a la inflación para las economías globales, sino que también afecta a los mercados de renta variable. Antes, cuando el precio del crudo aumentaba, los mercados de renta variable sufrían correcciones ante un potencial aumento de la inflación, por lo que el miedo empujaba a los inversores a tomar posiciones bajistas. Ahora, en cambio, una subida del buscado oro negro hace que los mercados piensen que habrá menos crecimiento, y caen. Se olvidan, por tanto, de la inflación latente que invade los mercados globales.
La semana pasada la cotización del petróleo cayó hasta un 15%, quedando, aproximadamente, a un 15% de alcanzar su precio máximo histórico, que logró en julio de 2008. ¿Significa eso que se paraliza la tendencia alcista de los últimos meses? Muchos indicadores nos hacen responder que no. El petróleo sigue mostrando una evolución favorable si tenemos en cuenta, por un lado, su repercusión en la economía y, por otro lado, su cotización medida en onzas de oro, es decir, en un activo que no depende de las políticas monetarias que pueda llevar a cabo la Reserva Federal americana (como el QE2 o expansión cuantitativa que se está realizando ahora en EE.UU).
En primer lugar, los principales productores de petróleo son, precisamente, aquellos que se encuentran con mayores problemas políticos y sociales en sus economías. Ello repercute y lo seguirá haciendo en el precio del petróleo. Por ejemplo, Arabia Saudí supone un 13% de la producción mundial de petróleo por lo que el hecho de que se puedan paralizar las extracciones de la materia prima en el país o, simplemente, las expectativas de que ello pueda suceder, seguirían disparando su cotización.
En segundo lugar, según las publicaciones de crecimiento de la demanda del activo, ésta sigue en aumento año tras año. El mayor aumento de la demanda mundial se ha producido en Asia y en Oriente Medio, subiendo un 2,7% y un 4% cada año, respectivamente. Las elevadas tasas de crecimiento de los países emergentes, en especial, de China, que crece a niveles de un 8% anual en los últimos seis años, han incrementado sus necesidades energéticas provocando un aumento en la demanda del activo. Además, las previsiones de crecimiento de éstos países siguen siendo elevadas por lo que se puede confirmar que la cotización del petróleo se seguirá viendo afectada al alza.
Por último, si nos fijamos en el siguiente gráfico, vemos la cotización del petróleo medida en onzas de oro por barril.

La volatilidad del activo es mínima y el nivel de dispersión es de tan sólo 2,37. Además, ahora, nos encontramos en el nivel de las 6,8 onzas por cada 100 barriles por lo que se puede considerar un punto alejado del precio máximo histórico que es de 15,15 onzas, en julio de 2008. Así, podemos confirmar que el precio del crudo ahora está barato al compararlo con una unidad que no se somete a manipulación alguna por los bancos centrales.
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