En los últimos seis meses, el mercado de valores no ha dado demasiadas alegrías. La mayoría de los índices bursátiles están en terreno negativo, o cercano a 0%. Al final de la sesión del día 10 de junio 2010, la rentabilidad acumulada del Ibex-35 en los últimos seis meses era negativa: -1,97%; los índices de EEUU, para el mismo período, tuvieron un rendimiento ligeramente positivo: S&P 500 (2,46%) Dow Jones (4,58%) y el Nasdaq-100 (0,62%). Sin embargo, cabe señalar que, para el mismo período, el dólar perdió cerca del 8% frente a la moneda única (euro), y por lo tanto, este rendimiento es negativo si se transforma en euros.
En medio de estas arenas movedizas, las materias primas continuaron demostrando su resistencia ante las adversidades. El índice "Rogers International Commodity" subió un 11,8% durante el mismo período; y ajustado en euros ha supuesto un retorno del 3,8%, aproximadamente.
¿Por qué esta clase de activos resiste tan bien ante múltiples adversidades? En mi opinión, hay dos razones: la primera,(1) sería transversal, y afecta a materias primas en general, y la segunda, (2) se refiere a las condiciones específicas de cada materia prima, es decir, la oferta y la demanda de cada materia prima en particular
El inversor, por lo tanto, para aprovechar las oportunidades que ofrece esta clase de activos, debe considerar en detalle cada una de estas dos vertientes. La transversal relativa a las materias primas como activo global y la específica de cada materia prima.
La primera razón que aplica a todas las materias primas, está relacionada con la situación económica mundial actual. ¿Qué razón es? Tras el estímulo fiscal y monetario aplicado a finales de 2008 y principios de 2009, la economía parece estar dirigiéndose hacia una recesión. Los indicadores de desempleo, crecimiento económico y de consumo se están deteriorando a ritmo rápido en las economías más importantes del mundo, particularmente en los Estados Unidos, que sigue publicando malos datos económicos desde marzo de 2011.
El estímulo monetario, que consistía en la impresión de grandes cantidades de dinero por parte de los bancos centrales más importantes del mundo, la Reserva Federal, el BCE y el Banco de Japón, parece no surtir efecto. Así las cosas, no queda otra solución, que volver a imprimir más dinero para sostener a la economía. Por lo tanto, en mi opinión, un tercer programa de compra de bonos del Tesoro de EE.UU. por parte de la Reserva Federal será inevitable en el corto plazo, dado que Bernanke debe contener el coste de financiación del gobierno federal de los EE.UU. Si mi punto de vista es correcto, asistiremos, una vez más, a inyecciones de liquidez en la economía, mediante impresiones de dinero. En este contexto, los inversores siguen buscando refugio en otros activos como el oro y la plata, donde se pueda evitar la depreciación de las monedas.
En cuanto a las condiciones específicas de cada materia prima, cada inversor debe analizar en detalle la situación de su oferta y su demanda. Por ejemplo, el petróleo es una materia prima fuertemente presionada, dado que la demanda ha alcanzado un nuevo máximo en el tercer trimestre de 2010, y, al mismo tiempo, la capacidad adicional de un suministro de emergencia continúa contrayéndose y se encuentra en los niveles 2007/2008. Y la reciente crisis de Libia no hace más que agravar la situación, especialmente para el crudo referencia Brent
Un análisis de estas dos variables es crítica para la toma de decisiones de inversión en las materias primas. Por un lado tenemos que tener en cuenta la situación general de la economía y por otro lado la oferta y la demanda de cada materia prima.

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